Casi todos guardamos alguna película de Walt Disney en la retina que nos asombró cuando éramos niños y dábamos los primeros pasos en ese maravilloso mundo que es el cine. Recuerdos llenos de fantasía e ilusión nos han acompañado de por vida, sobre todo cuando compartimos con nuestros hijos esas fascinantes historias. De ese universo sobresalen ‘Blancanieves y los siete enanitos’ (1937) y ‘Pinocho’ (1940). Me resulta inevitable cuando veo cine de animación, beber en el recuerdo de estos clásicos inolvidables.
El personaje que saliera de la imaginación de Carlo Collodi a finales del siglo XIX, continúa siendo fuente inagotable de historias, puesto que para el próximo año aterrizarán las adaptaciones de Guillermo del Toro y Robert Zemeckis. Matteo Garrone se adelanta y presenta la suya. Compone un Pinocho nada edulcorado, ajustándose fielmente al original. En estas características de regularidad y normalidad encuentra la cinta su encanto, también su condena.
Roberto Benigni naufraga por segunda vez
‘Pinocho’ queda lastrado en fondo y forma por el apego que muestra Garrone al material primigenio, que Collodi publicara en un periódico entre 1881 y 1883. La narración es en exceso disruptiva e intermitente. Una falta de continuidad que tiene en la ausencia de tensión y garra su consecuencia más visible. Haciendo suyas las primeras ilustraciones de Enrico Mazzanti, despliega una escenografía cuanto menos discutible. Federico Lelapi, el niño que interpreta a Pinocho, exhibe un maquillaje horrendo, y muchos de los personajes del relato parecen sacados de una obra teatral callejera.
Algún bostezo se me escapa al visionar un material archiconocido, que no escapa a la monotonía. Espero en vano encontrar al autor de ‘Gomorra’, ‘Dogman’ o ‘El cuento de los cuentos’. No lo atisbo. Es un Garrone contenido, convencional, adoctrinado. Roberto Benigni, que ya dirigiera en 2002 su particular y grosera versión, aquí da vida a Geppetto. Sobreactuado, irreverente, siempre melodramático, naufraga por segunda vez.
Olvidable.
Nuestra valoración