Tras el órdago que supuso, para bien, ‘Star Wars VIII (Los últimos Jedi)’ (Rian Johnson, 2017), J.J. Abrams vuelve para clausurar la trilogía que él mismo inicio en ‘Star Wars VII (El despertar de la fuerza)’ (2015). Y con él retorna el factor nostalgia como astro sobre el que gira esta galaxia, pero lamento decir que ya no funciona como en aquel episodio VII. ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’ se sostiene, cuando lo hace, por su condición de enésimo punto final. Por lo demás, sin ser malo, es el episodio más de carril de esta trilogía. Si no fuera por esa etiqueta de broche final, quedaría como mero episodio de transición.
¿Broche final?…
Tras lo acontecido en ‘Star Wars VIII (Los últimos Jedi)’, Rey prosigue la última fase de su aprendizaje para convertirse en Jedi. Mientras tanto Finn, Poe Dameron, Chewbacca y C-3PO, siguiendo las ordenes de la princesa Leia, acuden al encuentro de un fortuito infiltrado de los rebeldes en la Primera Orden que tiene información valiosa para derrocar a Kylo Ren. Un Kylo que anda tras la pista del legendario Palpatine, mandamás de los Sith que, parece ser, sigue moviendo los hilos del lado oscuro en la sombra.
Así desarrolla J.J. Abrams ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’, episodio que, ahora sí que sí, es el broche final a estos personajes creados por George Lucas en 1977. Aunque ya se sabe que, en hablando de sagas cinematográficas, el concepto punto final cada vez goza de menos validez.
Con pies de plomo
Yo siempre me he considerado devoto de esta franquicia galáctica. Pero devoto de los de ver, disfrutar y olvidar hasta ver de nuevo, no de esos que se pasan las veinticuatro horas del día divagando sobre los personajes y su posible sino. Por ello mi valoración de ´’Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’ no la supedito en base a las decisiones argumentales tomadas por J.J. Abrams y su equipo de guionistas. Hacerlo, además de injusto, sería convertir esto en una radical barra de bar, eso que es Twitter últimamente cada vez que surge el concepto ‘La guerra de las galaxias’.
Cada espectador tenía su hoja de ruta, habiendo por lo tanto tantas hojas de ruta como espectadores. Hay decisiones de este episodio IX que me han gustado, y otras que no tanto, pero no puedo valorar una película en base a ello. La crítica cinematográfica esta muy por encima de esas minucias que cierto sector tóxico del fandom ha utilizado para extremizar el debate sobre esta saga.
Ingredientes bajo mínimos
De los varios ingredientes incluidos en el lote de cualquier entrega de esta franquicia que ahora explota Disney, hay tres que siempre he considerado vitales. Fantasía, diversión y acción. Y uno de los motivos por los que considero ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’ una entrega inferior, no solo ya a lo mejor de la saga, sino también a lo segundo mejor, es porque esos ingredientes cohabitan bajo mínimos.
Ese descenso repercute directamente en otros que, no por secundarios, son menos importantes. Emoción y épica me han funcionado en contadas ocasiones, y más por la condición del film que por el hecho de que la propia película las genere por sí misma. De chispa tampoco anda muy sobrada ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’.
El poder del lado oscuro
Aunque visualmente ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’ se aleja mucho del poder que demostró ‘Star Wars VIII (Los últimos Jedi)’, residen en ella elementos con fuerza y hasta personalidad.
Este episodio IX se inclina mucho, y positivamente, hacia el poder macabro del lado oscuro. Aunque un J.J. Abrams demasiado inclinado hacia la luz nunca acaba de aprovecharlo del todo. Dicho lo cual ‘Star Wars VIII (Los últimos Jedi)’ posee muy pocos highlights visuales de esos que se recuerdan. Si la cinta obrada por Rian Johnson era una película de calendario, y de esos bestias de varias paginas, esta de J.J. Abrams lo es pero de bolsillo.
Preguntas sin respuesta
¿Cuándo se darán cuenta los guionistas que lo de destruir una torre de comunicaciones enemiga como detonante de una set-piece de acción empieza a estar ya muy manoseado dentro de la saga?
¿Es posible que quede aún metraje no mostrado de Carrie Fisher para una nueva trilogía?
¿Solo yo quiero que en la segunda temporada de ‘The Mandalorian’ Pedro Pascal sustituya a Baby Yoda por Babu Frik?
¿Queda claro que Oscar Isaac es el perfecto sustituto de Harrison Ford como Indiana Jones?
¿Por qué ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’ no ha resuelto ninguna de sus subtramas amorosas?
2 Respuestas a “Crítica de ‘Star Wars IX (El ascenso de Skywalker)’ (2019)”