Espléndido este «trepamuros around the old continent» que es ‘Spider-Man lejos de casa’. Cinta que explota, para bien y en todos los aspectos, aquella perfecta vía abierta hace dos años en ‘Spider-Man homecoming’ (Jon Watts, 2017). Senda que además cimenta, sin prisa pero sin pausa, al que, al término de su etapa, será muy posiblemente el mejor Peter Parker posible. El de Tom Holland.
Las secuelas del chasquido de Thanos
Que duda cabe que el díptico ‘Vengadores (Infinity War)’ (2018) y ‘Vengadores (Endgame)’ (2019), de los hermanos Russo, ha propiciado serias consecuencias en el Marvel Cinematic Universe. Cinco años han pasado desde aquel fatídico acontecimiento, y quienes misteriosamente se esfumaron ahora han vuelto, pero con un lustro más en su ADN. En contraposición de quienes permanecieron, que conservan edad.
Así da comienzo ‘Spider-Man lejos de casa’, aventura que nos presenta a un Peter Parker sobrepasado por los acontecimientos de aquellos dos films, y también por su condición de héroe superviviente de la batalla contra Thanos. Madurar abruptamente parece ser la única solución, aunque este pobre chico de instituto no parece tenerlo tan claro. Para rematar la faena el sentido arácnido parece haberle abandonado, al tiempo que se debate entre ser Spider-Man a tiempo completo o renunciar a él para ser simplemente Peter Parker.
Mediante esas interesantes vicisitudes se desarrolla ‘Spider-Man lejos de casa’, una aventura juvenil que explota mejor aún tanto la comicidad como la acción. Si en su predecesora te desesperó el humor, casi mejor apártate de esta secuela. Este film de Jon Watts es un más de lo mismo pero mejor, hecho exclusivamente para el encandilado con aquella cinta de 2017. Y todo ello con una estupenda actualización del villano Mysterio.
Escalón a escalón
Me alegra comprobar que esta etapa del personaje, tercera ya, creado en 1962 por Stan Lee & Steve Ditko, ha enmendado los errores que condenaron a etapas anteriores.
El principal defecto que hirió de muerte tanto a la etapa Spider-Man de Sam Raimi como a la de Marc Webb, fue el querer llegar al cuarto escalón sin pisar previamente ni el segundo ni el tercero. Cosa que quedó más patente aún si cabe en la de Marc Webb. Apenas se había estrenado ‘The amazing Spider-Man’ (2012) y Sony ya estaba dando luz verde a ciento y la madre de spin-offs entorno al trepamuros, lo que convirtió ‘The amazing Spider-Man 2 (El poder de Electro)’ (2014) en un absurdo sinsentido. Quisieron construir un universo entorno al superhéroe neoyorquino empezando por el tejado, y pasó lo que pasó.
Por fortuna, esta tercera etapa del superhéroe parece haber aprendido de los errores, y no sólo ya no intenta subir la escalera de tres en tres escalones, sino que es capaz de permanecer largo rato en un mismo escalón, fomentando un correcto desarrollo del protagonista. Tuvo que llegar Kevin Feige para poner orden al caos de Amy Pascal, pero más vale tarde que nunca.
Un par de apuntes
Ver a Zendaya sonreír ha sido un inesperado golpe bajo que agranda la leyenda de ‘Spider-Man lejos de casa’. Juro que pensaba que la chica no sabía hacerlo. Ya sólo me queda ver a Steven Seagal sonreír para morir tranquilo.
Otra cosa que nos demuestra ‘Spider-Man lejos de casa’ es lo insignificante que es España. El tour europeo de Peter Parker incluye sitios como Praga, que ya me diréis vosotros quién narices va a Praga, pero en cambio a España ni se acercan. Sólo les ha faltado pasar por Lisboa para rematar la faena.