Crítica de ‘El agente invisible’ (2022). Este no es el camino

Anthony & Joe Russo siguen dilapidando todo el rédito obtenido con su labor para Marvel. Poco más de un año después de la olvidable ‘Cherry’ (2021), el dúo vuelve a tropezar al servicio de una plataforma de streaming con ‘El agente invisible’. Enésima superproducción al servicio de Netflix, y con reparto de lujo, que al final acaba atendiendo al refrán ese que reza: perro ladrador, poco mordedor. Un mega proyecto de doscientos millones de dólares, en plan blockbuster de acción, que luce, en todos sus aspectos además, peor que cualquier entrega de ‘Los Mercenarios’, nunca puede ser el camino. Y dicho esto con todo el respeto del mundo a la saga de Sylvester Stallone puesto que, cualquiera de sus tres entregas, es mejor y más entretenida que este último trabajo de los Russo.

Y para no variar con estos blockbusters de baratillo a los que nos está acostumbrando Netflix, ‘El agente invisible’ ya tiene confirmada prole. Siguiendo la estela de la también decepcionante ‘Alerta roja’ (Rawson Marshall Thurber, 2021). Este último film de Anthony & Joe Russo ya se ha ganado el honor de tener una secuela y un spin-off, veremos luego en qué queda el asunto, sin mayor merito que el de acumular más visionados que los de costumbre para la compañía.

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La crisis del espía

Tras dieciocho años trabajando para la CIA como matón a sueldo, prácticamente sin vida ni identidad, el agente apodado como Sierra Seis decide empezar a replantearse su vida. Durante una misión en Bangkok empieza a tomarse demasiadas libertades en lo que a pergeñar el calculado al milímetro asesinato de turno. Una incomoda losa que se sumará a la de descubrir que su objetivo no era otro que Sierra Cuatro.

Alguien dentro de la agencia está archivando el programa Sierra, y él parece ser el siguiente en merecer un funeral por todo lo bajo. Solamente hay una persona en la agencia en quien aparentemente pueda confiar: Donald Fitzroy. El tipo que le sacó de prisión hace casi ya dos décadas y le metió de cabeza en todo este embrollo. Con él como único apoyo, Sierra Seis habrá de huir por medio mundo del sociópata que sus superiores han puesto tras sus pasos: Lloyd Hansen. Un peligroso psicópata, en nomina de la CIA en más de una ocasión, que no cejará en su empeño por atraparlo.

Así comienza ‘El agente invisible’, un thriller de acción que no solo cuenta con los hermanos Russo como ex-empleados marvelitas. Christopher Markus & Stephen McFeely, sus guionistas tanto en el díptico del ‘Capitán América’ como en el de ‘Los Vengadores’, se ponen a cargo del guion adaptando la novela homónima de Mark Greaney. Y hay más. El propio Steve Rogers, o lo que es lo mismo, Chris Evans, encabeza, en el papel de villano de la función, un reparto de campanillas completado por Ryan Gosling, Ana de Armas, Jessica Henwick, Regé-Jean Page y Billy Bob Thornton entre otros.

Alguien ríe en la sombra mientras acaricia a su gato

Iré al grano. Michael Bay creo que se estaba partiendo la caja en su casa viendo lo que habían sido capaces de sacar adelante Anthony & Joe Russo, visto lo visto aspirantes a jugar en su liga, con un cheque en blanco. El propio Bay estrenó este año la soberbia ‘Ambulance. Plan de huida’, hecha con un presupuesto de, redoble de tambores: cuarenta millones de dólares. Una irrisoria sombra en comparación con los doscientos que han tenido en ‘El agente invisible’ los cineastas de Cleveland. Y si les incito, sin información previa, por supuesto, a que repartan presupuestos en función de lo visto en pantalla, tengo clarísimo a qué producción iría cada cual.

Siendo justos, la cinta de Michael Bay que debería haber participado en una posible comparación con ‘El agente invisible’, no sería otra que la magnífica ‘6 en la sombra’ (2019). También producción de esas de Netflix con filia por el cheque en blanco. Pero es que de aquí en adelante, y visto lo visto, temo que los únicos que van a necesitar auténtica compasión son Anthony & Joe Russo.

Otro aspecto por el que podría descojonarse Michael Bay es por el artrítico manejo de los teóricamente adrenalínicos planos con drones que demuestran en ‘El agente invisible’ los Russo. Pero es que de verdad, creo que ya he hecho demasiada sangre en el aspecto visual. Pasemos a otro.

El guion no ayuda

A nivel historia barra guion ‘El agente invisible’, mejorar, lo que es mejorar, no mejora. Christopher Markus & Stephen McFeely, guionistas de sobrada solvencia y con un puñado de reseñables películas a sus espaldas, pinchan aquí en hueso. Si es que, es lo que he dicho al principio: cualquier entrega de ‘Los Mercenarios’ está más trabajada a nivel de guion. Puedes echarte una cabezadita en cualquier parte del metraje sin temor ninguno a que, quince o veinte minutos después, al despertar, vayas a perderte en su trama. El film tiene la misma densidad que un crucigrama para niños.

Todos los personajes acaban siendo meros estereotipos con patas sin ningún tipo de profundidad, carga dramática o gracia. Cosa que no me hubiera molestado si al menos la obra fuera entretenida, o incluso si cumpliera en la faceta acción pura y dura. Pero al no serlo esta te invita a fijarte en esas cosillas en las que, por regla general, todo este tipo de films tropiezan pero hábilmente logran encubrir con otros caramelitos.

Y por cierto, ¿saben con quién trabajaron también Christopher Markus & Stephen McFeely hace unos años en una película que, por descontado, también le da mil vueltas a ‘El agente invisible’? Pues sí, efectivamente. Con Michael Bay. Que sigue partiéndose el culo en su casa. La obra en cuestión es ‘Dolor y dinero’ (2013). Un pepinazo hecho por, requeteredoble de tambores: veintidós millones de dólares.

Este cuerpo no es el mío

A nivel actoral también hay problemas, no se piensen que ahí seré más indulgente. Más allá de su potente reparto, contra el que poco o nada puedo objetar en lo que a nombres se refiere, creo que ‘El agente invisible’ tiene un serio problema de mixcast con sus dos protagonistas. Ryan Gosling y Chris Evans hubieran funcionado infinitamente mejor intercambiando sus respectivos papeles. Definitivamente los que les han caído en suerte nunca acaban de pegarles.

A Chris Evans le va de vicio el papel de héroe constante y honorable, eso que ya ha explotado en Marvel. El papel de villano graciosete y sádico le encaja tanto como el bigote ese que luce. Que de verdad, qué manía los Russo con endiñar bigotes con vida propia a sus personajes. El de Tom Holland en ‘Cherry’ ya daba para su ración de memes, y este de Evans no se queda para nada atrás. Creo que hasta uno a Ana de Armas hubiera cantado menos. Mientras que a Ryan Gosling el papel de villano le habría ido mejor, eso de ser el héroe arquetípico de la función no le pega en absoluto. Y lucir musculitos ante el espejo, menos aún.

El resto del reparto cumple, resultando casi más solvente y digno de mención el trío Ana de Armas, Jessica Henwick, Regé-Jean Page. Mención especial para un Wagner Moura totalmente irreconocible, que ya parece haber dejado atrás su Pablo Escobar de ‘Narcos’, y al que solo identifiqué en los créditos finales.

Y ahora imagino que solo queda esperar con impaciencia todo lo que tenga que llegar de este ambicioso universo, tal que un colegial esperaría las vacaciones de verano en pleno mes de abril.

Nuestra valoración:

Nota Rock and Films

Tráiler de ‘El agente invisible’

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