Algunos grandes artistas y grupos de música, ya sean de rock o de cualquier otro género, no siempre están conformes con la grabación o producción final de su disco. Desde Rock and films hemos hecho un repaso de cinco grupos de rock que odian algunos de sus álbumes.
Los motivos son variados: presiones por parte de la productora o compañía de turno, que obligaban a grabar un determinado producto, o mismamente porque existía mal rollo entre los compañeros de la banda en ese momento.
Aunque hay decenas de casos a lo largo de la historia, os dejamos aquellos que llaman más la atención, por su importancia en la música o por contener canciones que han sido un éxito en todo el mundo.
Contenidos
Oasis – Be Here Now (1997) y Standing on the Shoulder of Giants (2000)
Oasis, uno de los grupos de pop rock británicos más importantes de la historia, tuvo su ascenso meteórico a mediados de los 90. Los hermanos Gallagher, que crearon grandes obras de arte, se desinflaron, tal y como reconocieron sobre Be Here Now: «Solo digo esto ahora, mirando hacia atrás después de 20 años … que nunca deberíamos haber hecho ese disco entonces».
El siguiente, Standing On the Shoulder of Giants, no fue mucho mejor. En una entrevista de 2011, Gallagher lamentó que fue uno de los peores de la banda: “Llegué al final. En ese momento, no tenía ninguna razón o deseo de hacer música. No tenía disco. Simplemente no parecía tener sentido «.
Integra temas tan conocidos como:
The Beatles – Let It Be (1970)
La banda que cambió la manera de entender la música y, quizás, la más influyente de la historia, The Beatles, también renegaron de algunas de sus obras. Su 12º y último álbum de estudio, Let It Be, uno de sus más conocidos, creó grietas entre sus componentes que no sanaron jamás.
En una entrevista con Rolling Stone, poco después de la separación de la banda, John Lennon dijo que la experiencia había sido «miserable». Además, reconoció que fue «una de las principales razones por las que los Beatles terminaron. No puedo hablar por George, pero sé muy bien que nos hartamos de ser acompañantes de Paul ”, dijo. El motivo, la producción del disco.
Mítico tema:
U2 – Pop (1997)
A principios de la década de 1990, U2 estaba en alza musical y comercialmente en todo el planeta. El disco ‘Pop’ fue un bajón, ya que generó la gira mundial de Popmart que integró problemas para salir del estudio.
El baterista Larry Mullen se sometió a una cirugía de espalda y la banda estuvo tres meses aunando gran cantidad de fragmentos musicales para el álbum, lo que retrasó su salida. Con todo, U2 inició la gira sin tener terminado el álbum.
Como ejemplo, Bono grabó el coro de una canción, Last Night On Earth, en el último día de mezcla y grabación. Esa producción apresurada del álbum significó un álbum fallido para U2, como según reconoció el cantante: «Pop nunca tuvo la oportunidad de terminar correctamente». «Realmente es la sesión demo más cara de la historia de la música».
Cambio de estilo:
The Rolling Stones – ‘Their satanic majesties request’ (1967)
Uno de los líderes de sus satánicas majestades, Keith Richards, considera un «fraude» su disco ‘Their satanic majesties request’, tal y como reconoció en sus memorias, añadiendo que no estuvo satisfecho con el contenido.
«Nos habíamos quedado sin gasolina. Nos podíamos haber ido a pique. Fue justo después de Satanic Majesties, que en mi opinión era un poco fraude. En ese momento apareció Jimmy Miller como nuestro nuevo productor. Pasamos de ir a la deriva a sacar de todo aquello Beggars banquet, que llevó a los Stones a otro nivel», aseguró el guitarrista.
AC/DC – ‘For those about to rock’ (1981)
AC/DC, que ha vendido con sus álbumes más de 200 millones de copias, también se encuentra en esta lista, y el motivo es ‘For those about to rock’, que hizo que la banda bajara su popularidad y prestigio.
El fallecido miembro Malcolm Young, dijo que el disco le «atragantaba»: «Dios, ese disco no se acababa nunca y se nota cuando lo escuchas. Está hecho de pedazos y retales, no fluye apropiadamente como debe hacerlo un álbum de AC/DC.
«Cuando finalmente lo terminamos no creo que ninguno de nosotros fuese capaz de saber si sonaba bien o mal», dijo Malcolm Young en una entrevista en 1992 sobre el mencionado disco.
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