El baterista del grupo de rock estadounidense Foo Fighters, Taylor Hawkins, ha muerto a los 50 años, según anunció la banda en un comunicado en redes sociales.
La banda confirmó su muerte pero no proporcionó una causa o ubicación. Según medios locales, el artista ha sido hallado sin vida en la habitación del hotel donde está hospedada la banda en Bogotá.
Foo Fighters era una de las cabezas de cartel del Estéreo Picnic y su actuación estaba prevista para este viernes por la noche. La muerte de Hawkins fue comunicada una hora antes de que subieran al escenario.
El baterista tocó con Foo Fighters durante más de dos décadas, uniéndose a la banda poco después de que terminaran el álbum de 1997 ‘The Color and the Shape’. Era una de las figuras visibles de la banda junto al ex Nirvana Dave Grohl. En los conciertos solía dejar la batería para cantar clásicos del rock como Under Pressure, de Queen, o Rock n’ roll, de Led Zeppelin.
«Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con nosotros para siempre»
«Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con nosotros para siempre», escribió Foo Fighters. La banda añadió: «Nuestros corazones están con su esposa, hijos y familia, y pedimos que su privacidad sea tratada con el máximo respeto en este momento inimaginablemente difícil».
Foo Fighters se formó en 1994 por Dave Grohl, después de que Nirvana se disolviera tras el suicidio de Kurt Cobain. Mientras Grohl tocaba la batería para Nirvana, asumió la voz principal y la guitarra en Foo Fighters. Hawkins, por su parte, tuvo la abrumadora tarea de tocar la batería en un grupo fundado por uno de los bateristas más célebres del rock.
«Estaba un poco nervioso al principio, pero lo superé», le dijo a OC Weekly poco después de unirse. Los dos a veces intercambiaban roles durante los conciertos de la banda, con Hawkins asumiendo la voz. Después de que se anunciara la noticia de su muerte, muchos fans compartieron clips de él cantando Somebody to Love de Queen.