En la vida hay ocasiones que no puedes dejar escapar, y ver a la banda de heavy metal mas grande de todos los tiempos hacer temblar los cimientos de un estadio, es una de esas ocasiones. Sigue leyendo para conocer la crónica completa del concierto de Iron Maiden en el Wanda.
El pasado 14 de julio, Rock and Films estuvo presente en el mayor concierto de la historia de Iron Maiden en España, siendo la primera vez que los británicos llenaban un estadio en nuestro país. No se ha hecho antes, ni siquiera se ha intentado ya que las promotoras podían tener miedo a fracasar, hasta que Madness Live, Sufriendo y Gozando, y K2 agency se tiraron al barro y lo que encontraron fue oro.
Un show diferente de Iron Maiden, pues no vienen promocionando disco nuevo, vienen dando un repaso por su historia, su mejores discos, sus mejores años. Todo esto acompañado por dos bandas que son el presente y futuro del metal mundial: Sabaton y Gojira.
Crónica Iron Maiden en su concierto en Madrid
Nada más llegar al estadio Wanda uno ya se da cuenta de que la cosa va en serio. Un estadio imponente y con los aledaños a rebosar incluso dos horas antes de la apertura de puertas.
Tras esperar un buen rato a las puertas del Wanda Metropolitano, nosotros por suerte a la sombra, otros por desgracia bajo un sol de justicia, accedemos al interior de la casa «colchonera» a las 18:00 en punto, nos acomodamos en nuestro asiento (esta vez nos tocó grada) y a esperar a que Sabaton salga a escena. Como estaba previsto a las 18:30 salen puntuales los suecos, ni un minuto más tarde. Muchos de los fans acérrimos de Sabaton (servidor entre ellos) esperábamos un set típico de la banda: pirotecnia, luces, tanques… Nada de eso hubo, aun así la apisonadora sueca demostró que no les hace falta nada de eso para dar espectáculo. Apenas 40 minutos de show en los que disfrutamos de sus grandes éxitos: Ghost Division, Swedish Pagans, Carolus Rex, Primo Victoria, Hell and Back… entre otras muchas. Corto pero intenso.
Tras Sabaton, llega los gigantes franceses, Gojira. La banda de metal progresivo, fue aplastante desde la primera canción (Toxic Garbaje Island). La característica voz de Joe Duplantier quedó a todos los presente ensimismados, disfrutando de headbangings en cada una de las canciones. Un setlist también corto pero atronador, intenso y adrenalínico. Por supuesto sonaron las favoritas del publico de la banda gala: L’anfant Sauvage, Stranded, Silvera, Backbone… y otras más que hicieron que los metalheads quisieran más.
Descanso para montar el escenario de las doncellas y es momento para ir a tomar un refrigerio, las galerías del Wanda llenas y lo que mas llama la atención y a la vez te reconforta es ver a niños de 8 o 9 años acompañando a sus padres con melenas y camisetas que, a algunos, les quedan grandes. Chavales de 15 o 16 años en pandillas entusiasmados por ver a Maiden. En época de música de radio fórmula, pop, reggaetón… te hace inmensamente feliz ver a jóvenes que aman el metal.
Volvemos a nuestro asiento, el estadio está ya prácticamente lleno. Las cifras oficiales hablan de casi sesenta mil personas. De repente la música de fondo se para y suenan los acordes de «Doctor, Doctor» el cover que hizo Maiden de la banda UFO. El publico empieza a enloquecer, eso significa que el concierto está apunto de empezar. Tras esto, oímos el discurso de Churchil, conocido por todo fan de Iron Maiden mientras un avión de la armada británica se alza sobre el escenario. Ahora sí, «Aces High» para empezar el recital, primero Steve Harris, Nicko McBrain, Adrian Smith, Dave Murray y el malabarista Janick Gers tocan el riff principal, el publico empieza a saltar y tararear y de repente, como una exhalación, la leyenda aparece, Don Paul Bruce Dickinson haciendo gala de vozarrón y despliegue físico.
Sin parar ni para coger aire suena «Where Eagles Dare» seguido de «2 Minutes To Midnight» mejor no se puede empezar, tres clásicos que dejaban claro lo que iba a ser el concierto. Tras esta última canción Bruce se dirige al público y nos da la bienvenida y lo espectacular de ver semejante recinto lleno. «¿Hay algún escocés en el público?» pregunta el líder de las doncellas. Eso solo significa una cosa, van a tocar «Clansman» les digo a mis nuevos amigos David y Mario (los conocí allí mismo), efectivamente, una guitarra acústica empieza los acordes de esta maravillosa canción. Es increíble ver sesenta mil almas gritar al unísono «FREEDOM», sinceramente uno de los momento en la música más maravillosos que he vivido en un concierto.
De buenas a primeras sin mediar palabra «The Trooper» el público canta, salta, hace ‘air guitar’ y la banda de nuevo haciendo lo que saben hacer, energía, poder, recital. En las partes instrumentales, Bruce mantiene una lucha a espada con un Edie gigante. Para el que no lo sepa Dickinson es esgrimista profesional. Finalmente el propio cantante enarbola un bandera española de cuyo mástil sale una pequeña explosión simulando el disparo, acabando así con el peculiar duelo.
Después vendría «Revelations» y «For the Greater Goog of God» canciones con las que el público se relajó un poco, pues eran dos canciones de las menos «comerciales», aun así se disfrutaron mucho.
«The Wicker Man» suena y el público vuelve a la carga seguido de «The Sing of the Cross» con una brutal puesta en escena donde toda la banda estuvo brillante. Fue una canción muy bien recibida y el público la coreó a viva voz. Acaba el tema y un enorme ángel se eleva sobre el escenario y abre sus alas . «The flight of icarus» retumba en el estadio, la gente canta, se lo pasa bien, la pirotecnia, las luces y el decorado hacen su función de espectáculo, todo encarrilado para el último tramo del concierto donde de repente todo se vuelve oscuridad, imaginaos la que se viene encima…»Fear of the dark«, sin duda una de las más celebradas y cantadas junto con la que le siguió «The Number of the Beast«. Iron Maiden, haciendo evidente su poderío y demostrando por qué son la banda de heavy metal mas grande de la historia, termina el concierto con «Iron Maiden» de su primer álbum. Bruce finaliza y se despide.
Evidentemente, el público quiere más, faltan clásicos, faltan las obligatorias y por supuesto los británicos lo saben, vuelven a escena con «The Evil that Men do» la gente la celebra y canta. Suena ahora «Halo by Thy Name«, que, en una encuesta hecha por la propia banda, era la canción que los españoles querían que tocasen y así fue. Sesenta mil gargantas dejándolo todo en los últimos temas del que es, sin duda, el mejor concierto de Iron Maiden en España. Final del concierto y se despiden con «Run to the Hills» era evidente que tenía que salir a la palestra uno de los temas mas míticos y queridos de la banda.
Ahora sí, final del concierto con pirotecnia, juego de luces y Bruce diciendo que volverán, nosotros diciendo volved. Reparten púas, baquetas y reverencias al público. Es evidente que lo que acabamos de presenciar hará historia en la música del país.
Sólo puedo poner una pega al concierto y es que la acústica no fue la mejor, hubo mucho eco y reverberación que impidieron tener un sonido perfectamente nítido. Aun así se pudieron escuchar las canciones sin mayor problema y el sabor de boca que nos dejaron fue inmejorable.
Gracias Maiden, os esperamos pronto.