En ‘Wildlife’, debut tras las cámaras del actor Paul Dano, los personajes interpretados por Jake Gyllenhaal y Carey Mulligan, forman un matrimonio de clase media con un hijo de 14 años (Ed Oxenbould). Trasladan su residencia al estado de Montana, buscando nuevas oportunidades. Una mejora en las condiciones laborales que sirvan de sustento a ese aspecto tan indefinido, subjetivo y complejo de la realización personal. Aquello válido para unos, deviene en tormento para otros. ‘Wildlife’ pone el foco en el joven. Va a ser testigo, muy a su pesar, de cómo sus progenitores van perdiendo paulatinamente filin.
Difícil convivencia
Presencio un retrato veraz de los sin sabores de la convivencia. No hay grandes conflictos, marcadas discusiones que deriven en violencia, diferencias irreconciliables. Los desengaños proceden de circunstancias externas, elementos que se escurren de nuestras manos. Expectativas no cumplidas, egos que encuentran en el cierre de filas, en un aislamiento autoimpuesto, una salida comprensible, quizá hasta natural, cuando las explicaciones las guarda uno en exclusiva para sí mismo.
El problema arranca al tener que compartir la ingratitud del desengaño con quién más quieres. En ese aspecto ahonda Paul Dano con afiladas maneras. Dar la vuelta a tu modelo de vida, como si fuera un calcetín, puede transformarse en tarea titánica. La esposa que debe volver al trabajo en lugar de dedicar su precioso tiempo al ámbito familiar y un hijo que trabaja en horas libres para desahogar las finanzas de la casa, son una pesada carga que debe soportar la frágil autoestima de este padre de familia. América años 60, tiempo de oportunidades. El sueño americano también se cobra su precio.
Cuando escapar se convierte en la única salida
Cuando el padre toma el atajo de la huida para trabajar en tareas de poca alcurnia, el hijo asiste impávido a la silenciosa venganza de la madre. El flirteo que antecede a la infidelidad, son seguidos por el muchacho desde la ingravidez. No quiere juzgar, no mete el dedo en la llaga. Su bisoñez viene secundada por la heroica actitud de la contención.
En ‘Doctor Zhivago’, David Lean retrata la infidelidad del personaje de Omar Sharif desde la angustia. La pasión que siente por su amante le atormenta, no se siente orgulloso de la misma. El instinto le supera. En ‘Wildlife’, la infidelidad femenina adquiere toques de ansiedad por lo que pudo ser y no fue. Hay cierta reivindicación feminista en la historia que la rodea. Una búsqueda del camino, un reencuentro consigo misma con el que romper ataduras. El engaño sentimental se impone en este drama acercándose a las causas, contemplando las consecuencias desde lejos.