Crítica de ‘La caza’ (2020). Fuego sin munición
El cuarto largometraje del director Graig Zobel, de título ‘La caza’, es su peor trabajo. Las presas de esta ancestral práctica humana son un grupo de desconocidos entre sí, que despiertan en una zona boscosa. No saben cómo han acabado de esa suerte, ataviados con unos horrendos bozales que les dificultan la respiración y el habla. Sus últimos recuerdos se pierden difuminados en sus respectivos lugares de origen.
Pronto la cámara de Zobel se recrea en el tiro al pichón. Estos pobres desafortunados van cayendo uno tras otro en una orgía sangrienta y visceral. A partir de una puesta en escena horripilante, que hace bueno el cine de serie B ochentero, un espectáculo gore asilvestrado y de escaso gusto se apodera de una narración incomprensible. Las premisas de las que parte no suponen novedad alguna. A lo cuál se añade una carencia total de ideas, suplidas mediante insinuaciones groseras al cine de los hermanos Coen y Guy Ritchie.
Betty Gilpin y Hilary Swank lo intentan. Lo tienen imposible
En ‘La caza’, la puntería de quiénes aprietan el gatillo no anda muy resuelta (en caso contrario no habría película) por lo que sobrevive una mujer de armas tomar (Betty Gilpin), astuta, decidida, dominadora del escenario (¿les suena?). De lo poco salvable de este desatino. Esta superviviente pide cita a la otra protagonista (Hilary Swank), en un enfrentamiento que no hace justicia a sus dotes interpretativas.
Conforme la trama va desvelando las motivaciones de los personajes, el ejercicio por barnizar este desvarío adquiere un toque bufonesco, irrisorio. Es el broche final a una bullanga de sofá que puede dar la puntilla a los amantes del género. Mejor ni hablar de las referencias políticas y de tinte social que se cuelan en el metraje. Una tosca sandez en busca de una respetabilidad que no está, ni se le espera.
Valoración de Juan Pablo
Crítica de Juan Pablo Martínez Corchano
Crítica de ‘La caza’ (2020). La mejor comedia de terror del 2020
Como ya ocurriera hace no mucho con ‘Feliz día de tu muerte’ (Christopher Landon, 2017), y casi que también con su secuela, BlumHouse vuelve a dar en el clavo para lograr con ‘La caza’ la mejor comedia de terror de su respectivo año. Solo que esta vez dejando aparcado el slasher y agarrando el survival con ecos de actioner a lo ‘Blanco humano’ (John Woo, 1993). Todo ello como dardo envenenado a una sociedad de trolls digitales, refugiados en el anonimato que dan las redes sociales, que han convertido la red en su coto privado de caza. Y si no que se lo pregunten a James Gunn.
La cancelación que no debió ser: de aquellos barros estos lodos
‘La caza’, esta última propuesta de la factoría Jason Blum, con Craig Zobel en la dirección y Damon Lindelof entre otros en el guion, hubo de haberse estrenado en Estados Unidos el pasado 27 de septiembre de 2019. Pero una serie de fatídicos tiroteos masivos en el país, con un total de treinta y una victimas mortales, derivaron en la cancelación de dicho lanzamiento. Máxime cuando la película, a priori, tocaba un tema tan sensible como el de la eterna problemática armamentística americana. Al final el estreno del film quedó para marzo de 2020. Y es que, seis meses parece ser tiempo más que suficiente para cerrar heridas, imagino. Así funciona yankeelandia.
Analizado todo lo anterior fríamente, y con la perspectiva que solo permite el paso del tiempo, llegas a una dolorosa conclusión. Dicha cancelación es precisamente el motivo que ha puesto en bandeja de plata el odio gratuito e injustificado de cierto sector del público. Me explico.
Posponer su estreno plantó una semilla, y ahora esta ha florecido. La cancelación de ‘La caza’ a finales del pasado 2019 solamente sirvió para confundir al espectador más despistado. Cierto sector del público, imagino que por tan drástica decisión, esperó en la obra de Blum, Zobel & Lindelof una hiper sesuda y argumentada al detalle crítica a la sociedad norteamericana y a su eterna relación de amor/odio con las armas. Pero nada más lejos de la realidad. Esta obra de BlumHouse no es, ni por aproximación, nada de eso; y esperarlo es el primero de los errores.
‘La caza’ es una comedia de terror que se mofa de todo y de todos, siempre con un desprejuiciado desarrollo que en muchos momentos casi parece de spoof movie a lo hermanos Wayans. Aquí todo sirve como sparring: las élites yankees, demócratas y republicanos, el cambio climático, el racismo, las armas, el movimiento feminista, el altruismo de foto de Instagram, y hasta las redes sociales se unen para armar una sátira domesticada pero no por ello inofensiva.
Todo cabe en ‘La caza’
Una película que, en su último acto, es capaz de homenajear veladamente a la mismísima ‘Kill Bill, Vol. 1’ (Quentin Tarantino, 2003), no puede caer en saco roto. Una estupenda, histriónica a más no poder e inesperada Betty Gilpin, y una Hilary Swank ya eternamente relegada al papel de estrella invitada, poseídas en una cocina por el espíritu de Uma Thurman y Vivica A. Fox es solamente una de las mil cosas que hacen de ´La caza´ una cinta esencial.
Por no citar geniales y sádicos gags cómicos, el de la fosa dentada, a lo más puro ‘Tucker y Dale contra el mal’ (Eli Craig, 2010) que determinan a las claras en qué liga juega la obra de Craig Zobel.
Una cacería casi inmersiva
Lugar privilegiado en la exaltación de virtudes de ‘La caza’ merece su brillante primer acto, una parte de la cinta bastante inmersiva que funciona casi como experiencia en primera persona. Destacando, por ejemplo, el excelso baile de roles al que se prestan los personajes con gran gracilidad.
Hace no mucho le critiqué a ‘El Hoyo’ (Galder Gaztelu-Urrutia, 2019) un primer acto demasiado sobre explicativo para con el espectador respecto a los pormenores de sus propios mecanismos. Un error que me torpedeó una notable experiencia. En esta película de Craig Zobel sucede precisamente todo lo contrario. Entras, de cabeza y completamente a ciegas, en una experiencia sin demasiadas vueltas de tuerca pero que, con muy poco, mantiene una cierta intriga que le sienta genial. Y eso al final acaba siendo un gustazo incomparable.
No pienso negar que en el desarrollo argumental de ‘La caza’ también hay hueco para decisiones de guion de esas que entran con calzador, en un curioso medley con buenos plot twist. Pero todo al final se une en perfecta armonía para hacer que me enamore de este film del tandem Blum, Zobel & Lindelof como no esperaba hacerlo. Una obra que, de ahora en adelante, pienso defender a capa y espada.
Valoración de Isaac