‘El arma del engaño’, último largometraje del inglés John Madden, es una notable película de época en la que el director de ‘Shakespeare enamorado’ (1998) adapta una novela de Ben Macintyre acerca de un suceso real. La película comienza con una disertación sobre el engaño en tiempos de guerra. Esas historias ocultas que mueven los hilos de una realidad sujeta, sometida a los vaivenes de la mentira y las medias verdades. En ese juego de espejos la historia se desenvuelve como pez en el agua, imponiendo una sostenida cadencia, que la hace muy atractiva.
Corre el año 1943. En la costa sur de España aparece el cuerpo de un oficial británico ahogado. Entre sus pertenencias lleva una carta en la que se desgrana el siguiente paso de los aliados en el teatro del mediterráneo: la invasión de la Grecia ocupada por las tropas nazis. Todo es falso. El desafortunado es un vagabundo con amplios antecedentes de problemas mentales que se suicidó en Londres. Su cuerpo nutre la estratagema del servicio de inteligencia inglés para desviar la atención del verdadero objetivo, tomar Sicilia y sacar a la Italia fascista de la guerra.
Fantástica ambientación. Grandes interpretaciones
‘El arma del engaño’ fija su mirada en dos oficiales de inteligencia, interpretados por Colin Firth y Matthew Macfadyen, cerebros tras la arriesgada operación. Surge un thriller con apuntes políticos que exprime el endiablado contexto geoestratégico hasta sacarle todo su jugo. Cierto es que Madden se recrea en demasía en algunas tramas paralelas, con inclinación al subrayado a la hora de enfatizar determinados elementos dramáticos.
Pero no trastocan un conjunto que radia una estupenda ambientación, con Colin Firth, Matthew Macfadyen y Kelly MacDonald ejecutando soberbias actuaciones. Logran que su apocado estado de ánimo, donde se entremezcla lo personal y lo profesional, secunde una atmósfera expectante, sombría, en consonancia con los momentos decisivos que les ha tocado vivir.
Nuestra valoración