‘Border’ es una producción sueca, que se alzó el pasado año con el premio a la mejor película en el Festival de Cannes, dentro de la sección «Una cierta mirada», la segunda en importancia tras la sección oficial. En nuestro país tuvo un estreno modesto en cines en enero de este año. La película comienza con Tina, agente de aduanas, que complementa su rutinario trabajo con la extraordinaria habilidad del olfato.
Extrañas habilidades
Los olores que detecta esta mujer, aquejada de una malformación de origen congénito, no son al uso. Es capaz de olfatear el miedo, la culpa, los nervios, otras sensaciones y sentimientos de enorme utilidad para quién se pasa su jornada laboral escrutando a los viajeros, en busca de aquellos que tienen algo que ocultar. Tan singular condición, no pasará desapercibida para las autoridades, con los que comenzará a colaborar en la desarticulación de una red de pedófilos.
Su pericia se pondrá a prueba cuando uno de esos pasajeros atraiga su inquieta atención. La curiosidad le llevará a entablar cierta relación con este sujeto, aquejado de las mismas deformidades físicas. Incluso le va a alquilar una cabaña junto a la vivienda que comparte, en extraña convivencia, con un hombre.
Fábula de gran originalidad
Nos encontramos ante un producto chocante frente a unas rarezas que van configurando una fábula, un cuento de atrayente fantasía. Ali Abbasi muestra un buen manejo del escenario, creando una atmósfera sugerente. El retrato de los personajes es tan acertado como su maquillaje, justamente premiado con el Óscar.
‘Border’ adquiere una forma, un envoltorio original para abordar temáticas como la soledad, la exclusión del desigual, las bajezas y ruindades de las que estamos rodeados, muchas veces sin ser conscientes de las mismas. Y de forma soterrada aparece la lucha de clases, o entre especies, en una cinta difícil de encasillar.