Producida por HBO, ‘Chernobyl’, es una serie de cinco capítulos de una hora de duración aproximada. Habiendo disfrutado sólo del primero, me aventuro a compartir mis primeras impresiones con nuestros seguidores, por entender que estamos frente a un producto de indudable talla.
Chernobyl – El mayor accidente medioambiental de la historia
Tras las dos bombas lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki que pusieron punto y final a la II Guerra Mundial, el accidente nuclear de la central ucraniana de Chernobyl, constituyó el incidente nuclear más grave que ha presenciado la humanidad.
Se nos narran los instantes que siguieron a la explosión del reactor cuatro, y cómo el grupo de desafortunados que emprendieron la tarea de controlar los daños, padecieron en carne propia las funestas consecuencias derivadas de la ruptura incontrolada del átomo. Se muestran en logrados escenarios postapocalípticos, generando imágenes de gran poderío visual. Sientes y te conmueven las caras de horror de los trabajadores, los ingenieros, los bomberos, así como la ingenua atención que la detonación generó entre los habitantes de la zona.
Radiografía de un sistema en ruinas
Ya se comienza a vislumbrar, en este inicio de la serie, la burocracia en la que los gerifaltes del viejo partido comunista se van a enzarzar. Un sálvese quien pueda, con métodos propagandísticos y de burda exaltación ideológica, para enmascarar incompetencias varias, cuyas consecuencias traspasaron el telón de acero, en forma de venenosa y mortal radiación.
Actuando como presagio de lo que ocurriría tan sólo tres años después, este accidente aventuró que la antigua Unión Soviética tenía sus cimientos corroídos y, como un castillo de naipes, su anquilosada estructura, más bien pronto que tarde, acabaría colapsando.
Interpretaciones sublimes
Los personajes se desenvuelven, en soberbias actuaciones, escenificando lo expectante ante una situación inédita. Y se ven tristes y con miedo, no ya por el accidente en sí, que también, sino por la decadencia de una forma de vida impuesta a golpe de purga.
No se la pierdan.