En su ópera prima ‘Borg McEnroe. La película’ (2017), el director danés Janus Metz Pedersen desgranó un duelo, una rivalidad (la final de Wimbledon del año 1980) traspasando lo meramente deportivo, adentrándose en el rompecabezas mental de dos figuras icónicas del mundo de la raqueta. Su segunda incursión en la ficción cinematográfica, ‘Una cita con el pasado’, producción original de Amazon Prime, deja a un lado la complejidad argumental característica de las películas sobre espías, para enfatizar el desafío psicológico al que se enfrentan los protagonistas.
El resultado es más convencional que el primero. Estamos en Viena. El secuestro por parte de terroristas islámicos de un avión de pasajeros, cuyo desenlace acaba con más de un centenar de fallecidos, va a marcar el porvenir del grupo de agentes de la CIA destinados en la capital austríaca. Entre ellos se encuentran Henry Pelham (Chris Pine) y Celia Harrison (Thandiwe Newton). Años después del atentado, al primero se le encarga revisar el caso.
Buen desempeño de la pareja protagonista
Se sospecha de la existencia de un topo. Alguien de dentro que facilitó información sensible a los criminales. El reencuentro con sus antiguos compañeros, todos estigmatizados por el desastre que no pudieron evitar, abren paso a flashbacks que desgranan la historia. ‘Una cita con el pasado’ fusiona elementos dramáticos e intriga bajo el paraguas de un romance entre los personajes principales. Lo personal y lo profesional constituyen una membrana porosa que el guion sabe explotar, haciendo que los habituales giros en la trama chirríen menos.
Chris Pine y Thandiwe Newton encauzan una propuesta exigente con sus protagonistas. Dotan a la película de cierto aroma. Una atmósfera creciente en densidad, conforme avanza el metraje, se apodera de la pantalla para mantenerme atento a su desarrollo. Y mostrar la compleja digestión de un pasado, que cuando nos alcanza, puede terminar arrollando.
Nuestra valoración