El 12 de julio aterrizará en las pantallas españolas la última película de Catherine Corsini, ‘Un amor imposible’. Habiendo sido nominada en varias categorías en los premios César, equivalente francés a los Goya, se nos plantea un drama sobre el amor, el egoísmo y las divergencias que surgen cuando no se comparten las mismas expectativas ante el futuro.
Protagonistas con orígenes sociales diferentes
Se ejecuta a través de la relación sostenida en el tiempo que mantienen los protagonistas, Raquel y Philippe. Raquel es una joven de provincias que trabaja de oficinista y vive junto a su madre y hermana. De humilde origen y condición, se enamorará pronto de Philippe, que emplea su ingenio y brillantez, adornando sus oídos de palabras tan rimbombantes como huecas y vacías.
Tomando su vínculo como una mera distracción, con la despreocupación del burgués parisino que llega a un pueblo poniendo fecha de caducidad a todo lo que emprende, resulta desgarradora su confesión de no ofrecerle matrimonio a causa de lo modesto de su estirpe.
Las complicaciones venideras no llegarán ni por el egoísmo de uno, ni por el humillante conformismo de la otra. Aflorará cuando del resultado de estas pasiones pasajeras venga a este mundo, Chantal, de la que su padre se va a desentender con la misma naturalidad del que observa la llegada de la noche tras el día.
Frustraciones varias
Teniendo la autoestima rodando por el suelo, la obsesión de Raquel será que su amado reconozca a su hija, en una larga espera, como buscando en el paso del tiempo un remedio a tan frívolo comportamiento.
Mudadas madre e hija a Reims, con Chantal en plena pubertad, el comienzo de la relación de Philippe con su hija, pondrá a prueba la estabilidad emocional y afectiva de unos personajes a los que Corsini logra dotar de endeblez. Más parece que todo lo que gira a su alrededor les viene grande.
Pese a lo plomizo del metraje de ‘Un amor imposible’, dos horas largas de película, estamos ante una obra que aborda con gusto y sutileza aspectos como la frustración, y sus efectos a largo plazo. La última conversación entre ambas mujeres, a modo de confesiones pendientes, posee una gran carga emotiva. Me deja tocado.