Rachel Brosnahan, la ganadora de dos Globos de Oro y un premio Emmy por la exitosa serie de Amazon ‘La maravillosa Sra. Maisel’, se emancipa en ‘Soy tu mujer’. Un bienintencionado, aunque plomizo, gris y fallido drama, con toque thriller, que supone el primer protagonista cinematográfico para la actriz. La cinta, firmada por Julia Hart, fue lanzada por Amazon Prime Video el pasado 11 de diciembre.
A tomar las riendas se ha dicho
Jean es una ingenua y soñadora ama de casa que, de la noche a la mañana, se encuentra, sin desearlo, con dos macizas piedras en el camino. Primero, un bebe en brazos que no es suyo; y segundo, una desesperada huida fruto de una impulsiva acción tomada por su marido, un experto ladrón.
Cal, uno de los pocos amigos leales que aún conserva el marido de Jean, los acompaña y protege por momentos en ese imprevisible tour de hogar en hogar en que se convierte la vida de nuestra protagonista. Viaje en el que Jean habrá de decidir si, al fin, toma o no las riendas de su vida.
Así comienza ‘Soy tu mujer’. Un drama con guion y dirección de Julia Hart que, por momentos y en su vertiente más puramente thriller, aspira a enmarcarse en el neo-noir .
Un trabajo que llega, además, bajo el auspicio del empoderamiento femenino y que hasta se atreve a tocar el racismo, pero al que el resto de los elementos nunca parecen acompañarle del todo. La intención era buena, pero ahí se queda la obra.
Lo que bien empieza, (no siempre) bien acaba
Una de las más gratas sorpresas, seguramente la única positiva, que depara ‘Soy tu mujer’, radica en sus primeros cinco o diez minutos de metraje. Unos primeros compases, a modo de inesperado y desconcertante punto de partida, que nos da una calurosa bienvenida. Reforzado por una Julia Hart que se desmarca por completo de dar excesivas explicaciones. Que cada espectador saque sus propias conclusiones.
A Rachel Brosnahan le cae, casi del cielo, aunque sin cigüeña de por medio; un sonrosado y robaescenas retoño. Y su misma confusión nos embriaga también a nosotros como espectadores.
Pero según se desarrollan los acontecimientos el cocido se va enfriando. Tanto nosotros como ella vamos atando cabos y esas buenas sensaciones del comienzo se van diluyendo cual azucarillo en una taza caliente de café.
Vale que mantener el misterio por mucho más tiempo hubiera sido un kamikaze ejercicio totalmente alejado de un producto como ‘Soy tu mujer’, pero Julia Hart juega con nuestras ilusiones cual feriante barato.
Toda vez aterrizamos por completo en la historia, lo estimulante torna en decepcionante a una velocidad inversamente proporcional a la del ritmo de la obra. Y toda vez superado ese, ciertamente gustoso primer acto, ‘Soy tu mujer’ penetra en un torpe y demasiado estirado segundo tercio de película en el que la buena de Jean va desprendiéndose poco a poco, y a la fuerza, del yugo de su marido, al tiempo que ahonda más y más en su turbio pasado. El drama va dando paso al thriller hasta arribar en un acto final en el que todo está condenado a colisionar.
El sosiego y la calma como enemigo
‘Soy tu mujer’ es una propuesta de ritmo muy sosegado y calmado. De hecho, podría parecer que todos y cada uno de los personajes de la trama han sido intoxicados con elevadas dosis de tranquilizantes. Hasta el más cruel y vil parece que actúa teledirigido con cuerdas cual vulgar marioneta de trapo. Lo que deriva en que el guion a cuatro manos entre Julia Hart y Jordan Horowitz, productor por cierto de ‘La la land (La ciudad de las estrellas)’ (Damien Chazelle, 2016) entre otras, desprenda nula naturalidad.
Si la película estuviera presidida por conflictos internos poderosos o complejas disputas ético-morales, aún tendría justificación ese tono reposado. Pero es que en verdad los dimes y diretes internos de Jean no son tales. Su conflicto solo se reduce a uno: madurar. Una decisión que toma su subconsciente al poco de iniciarse la huida, aunque a ella le lleva dos horas de metraje aceptarlo. Así que el resto del tiempo no sabes muy bien en que lo emplea una Rachel Brosnahan que comanda un reparto bastante insulso y de saldo.
Y, por cierto, ¿puede alguien confirmarme que la tal Brosnahan, en realidad, no es Sarah Paulson? IMDB debería acreditarle tres cuartos de ‘Soy tu mujer’ a ésta última ya que vaya fijación la de Rachel Brosnahan por mimetizarse, gestualmente hablando, con ella.
Nuestra valoración