En ‘Mamá te quiere’, última película del director estadounidense Aneesh Chaganty, Sarah Paulson y la debutante Kiera Allen son madre e hija. La joven vive postrada en silla de ruedas desde dónde alcanzan sus recuerdos, dependiente de la medicación que le suministra su madre. Su sueño es poder ir a la universidad, empeño en el que deposita todas sus ilusiones y energías. Con una madre sobreprotectora, la mayor parte del tiempo la mantiene aislada del mundo, fuera del contacto con los demás.
Unas actitudes y comportamientos que comienzan a generar recelos en una adolescente con muchas ganas de ampliar su espacio vital. Ese deseo por conocer, por observar la vida sin persona interpuesta le llevará a descubrir oscuros secretos de su progenitora. A partir de premisas formulaicas, trilladas hasta la saciedad y muy manidas en el séptimo arte, Chaganty se las ingenia para orquestar un thriller resultón, absorbente en sus 89 minutos de metraje.
La pareja protagonista está espléndida
La película se sustenta sobre dos pilares que la hacen consistente. La gran interpretación que ejecutan sus dos actrices principales, junto a un ambiente opresivo y atmosférico, que le va ganando terreno a la puesta en escena conforme la trama va desgranando sus secretos. Mientras Sarah Paulson hace creíble su desvarío, Kiera Allen pone rostro desencajado y ojos que pareciera van a salir de sus órbitas, al tiempo que su madre va despojándose de las muchas capas de cebolla sobre las que se resguarda.
Al igual que ejecutara en su ópera prima ‘Searching’, Chaganty emplea pocos recursos narrativos , haciendo bueno aquello del menos es más. Si en su debut era una historia que se abría paso en la pantalla de un ordenador lo que enganchaba al espectador, en ‘Mamá te quiere’ el suspense emana del propio dibujo de los personajes. Los típicos giros de guión ponen la dosis justa de pimienta a un thriller con nervio.
Grata sorpresa.
Nuestra valoración