En el mundo del cine las películas se podrían encasillar en dos grandes grupos. Aquellos proyectos en que su autor realiza un encargo, un trabajo en buena medida impuesto, y los que surgen de la inspiración personal del director. Una idea largo tiempo madurada que ve la luz tras arduos esfuerzos. Por distintas circunstancias (razones económicas, necesidad de trabajar, imposiciones de las grandes productoras, no salir del mercado, o simplemente el gusto por dirigir) muchos creadores alternan en sus filmografías ejemplos de ambos. La calidad de la criatura, delata en la mayoría de los casos el pecado de su concepción. En ‘Luce’, Julius Onah adapta una obra teatral de JC Lee, que también colabora en el guion. El resultado denota la complicidad de su autor con la cinta. Deja constancia de ser la película que quería hacer.
Un joven adoptado, con un brillante porvenir
Naomi Watts y Tim Roth dan vida a un matrimonio con un hijo adoptado. Y no uno cualquiera. En su juventud había experimentado en carne propia el conflicto bélico que se disputa en el cuerno de África. Una de tantas infancias robadas en un contexto de estado fallido y disfuncional, en el que los niños soldado constituyen un arma de guerra más. Tras diez años en suelo americano, estudiante modélico y con un brillante futuro por delante, su integración pisa terrenos firmes. Cuando su profesora de historia (Octavia Spencer) advierta a sus padres del contenido de una redacción, en la que parece vislumbrar cierta apología de la violencia, se pondrá en duda la adaptación a su nueva vida.
‘Luce’ hace un tratamiento muy inteligente de aspectos cruciales. Un acto menor, a priori sin importancia, como un trabajo de clase al que se le unen otras eventualidades, van socavando confianzas y cimientos que eran sólidos. Profesora, alumno y padres se ven envueltos en un bucle que Julius Onah gestiona a partir de un intenso estudio de personajes.
Película inteligente y provocadora
Deliberadamente ambigua, se mueve en una indefinición un tanto quisquillosa. Busca zarandear creencias asentadas, molestar a partir de interrogantes que no despeja. Deja al espectador sumido en reflexiones profundas, para nada frívolas. El competente reparto del que hace gala ‘Luce’, completa un drama social que no le pierde la cara al suspense, y a un desasosiego muy logrado.