Aún le queda jugo a esta naranja. Justo cuando parecía que este cítrico ya no podría dar más zumo llega y, no solo lo da, sino que encima conserva todas las vitaminas. En ‘Feliz día de tu muerte 2’ Chistopher Landon reformula el material original de hace dos años bajo el algoritmo sci-fi del Nolan más existencialista, y funciona a las mil maravillas.
Cuando a finales de 2017 se estrenó su predecesora, nadie en su sano juicio pudo prever que la película fuese a alcanzar el nivel de excelencia que finalmente alcanzó. Ahora llega su secuela para sacudirle una nueva patada en la entrepierna a nuestros prejuicios. Definitivamente esta saga de la factoría BlumHouse, cual Daenerys Targaryen, se convierte en la rompedora de cadenas. Por no decir que, a día de hoy, me parece la mejor y más equilibrada franquicia de la en alza factoría de Jason Blum.
El espejo Christopher Nolan
Al inicio de ‘Feliz día de tu muerte 2’ Ryan, uno de los personajes del film, hace mención, entre los muchos guiños que hay en la cinta al séptimo arte, al ‘Origen’ (2010) de Christopher Nolan. Pero a decir verdad este segundo episodio de la franquicia se mira más en el espejo de ‘Interstellar’ (2014). Convirtiendo en mantra aquello que decía el personaje de Anne Hathaway de: «El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio».
En ‘Feliz día de tu muerte 2’ Tree se debate entre pasado y futuro, y el amor es su brújula. Bajo esa jugosa base se articula cerebralmente la película, sin dejar de lado la eterna lucha entre ciencia y religión. El compañero de habitación de Carter está sufriendo el mismo problema de Tree, está aprisionado en un bucle infinito. Pedir ayuda a la experimentada Tree solo será el principio de algo mucho mayor.
Christopher Landon huye de la zona de confort
Lo fácil en toda secuela que se precie, y más en la de un producto de clara vocación serie B, es atender fielmente a la trillada fórmula del más pero no mejor. Por fortuna Christopher Landon en ‘Feliz día de tu muerte 2’ decide, acertada y valientemente, pasar por completo de ello aparcando el slasher. Elemento que claramente se prestaba a esa fórmula. El director decide prestarle más atención a un elemento bastante testimonial en su predecesora, la sci-fi. Y sobre ella construye una secuela que, sabiendo mantener el espíritu de la original, se atreve a explorar nuevas vías.
Vale que el modus operandi nos lo sabemos al dedillo, ciertamente el factor sorpresa ya no puede ser el fuerte del producto. Pero toda vez que como espectador lo asumes, cosa que habrías de hacer desde antes de entrar en la sala, el disfrute no es ni mucho menos menor. El humor sigue fusionándose a la perfección, en este caso con la sci-fi, aunque también quedan dosis de terror en el ambiente. Los bucles siguen resultandos efectivos, codeándose esta vez con los tan de moda universos paralelos.
Jessica Rothe, más que un simple entrante
Actoralmente Jessica Rothe sigue siendo el buque insignia de ‘Feliz día de tu muerte 2’, pasando de entrante a plato principal. Aunque he de admitir que en su predecesora estaba más suelta, más despendolada. Lo que nos dio mucho placer. Aquí la he visto más cohibida, aunque sigue resultando magnética. Y todos los secundarios funcionan con precisión de reloj suizo. Los cuales, además de funcionar, sirven para establecer fuertes lazos entre esta cinta y la anterior entrega, cosa que no esperaba y donde se demuestra el amor de Christopher Landon por lo narrado. Este no se convierte en un mercenario más.
En resumidas cuentas, soy tan devoto de ‘Feliz día de tu muerte 2’ como en su momento lo fui de su predecesora. La esperada pérdida del factor sorpresa se compensa con una mayor consistencia del conjunto. Diversión y entretenimiento siguen al pie del cañón.
Y si esta es la mejor cinta que se ha estrenado en lo que va de 2019, pues se dice y punto. Y van ya dos meses de año. A ver si pensáis que esta es la típica bravuconada que se suelta el primer finde de estrenos del año con el calentón.