A Mateo Gil, quien fuera por largo tiempo guionista de cabecera de Alejandro Amenábar, no le ha temblado el pulso a la hora de enfrentarse como director a diferentes géneros cinematográficos. Thriller, comedia, ciencia ficción y western adornan su filmografía. En ‘Los favoritos de Midas’ debuta en el streaming de la mano de Netflix, adaptando libremente un relato de Jack London. Una miniserie de seis capítulos en la que Luis Tosar interpreta al máximo responsable de un grupo de comunicación.
En la cima de su carrera, la extorsión aterriza sobre su vida a lomos de un enigmático grupo, cuya denominación da nombre a la serie, que le reclama una cantidad desorbitada de dinero a cambio de no matar a gente elegida al azar. La acción se sitúa en un Madrid asolado por las protestas y el descontento ciudadano. Willy Toledo da vida al abnegado inspector encargado de la compleja investigación. Él, que en la vida real es un reconocido antisistema, aquí luce dotes de buen actor situándose al otro lado del régimen. Paradojas de la ficción televisiva.
Un trillado reparto que tira de oficio
‘Los favoritos de Midas’ aborda apuntes políticos y sociales de distinta índole con buenas formas pero con un trasfondo de brocha gorda, sin apenas matices y con tendencia al subrayado. Pareciera que Mateo Gil deseara empapar la serie con las creencias del autor del relato original, ferviente marxista. Eso sí, London falleció antes que la unión Soviética mostrara al mundo el horror en que derivó la dictadura del proletariado.
Si en su ópera prima ‘Nadie conoce a nadie’, era Eduardo Noriega quien acarreaba sobre sus hombros la pesada carga del mal que desfilaba ante sus ojos, aquí es Luis Tosar el que ve naufragar su vida, enfrentado a tesituras terribles. Enganchando al espectador con una historia bien graduada y un reparto que tira de oficio, veo un thriller de premisas sugestivas, cuyo sostenido ritmo agradará a los amantes del género.
Nuestra valoración
Una respuesta a “Crítica de ‘Los favoritos de Midas’ (2020). Tremenda disyuntiva”