‘Muerte en León‘ es el documental ofrecido por HBO donde se esconde uno de los asesinatos más misteriosos y vengativos de los últimos años en España.
Crítica de ‘Muerte en León’ (2016)
La presidenta de la Diputación de León por parte del Partido Popular, Isabel Carrasco, fue brutalmente asesinada un día de mayo de 2014 por Montserrat González, con la ayuda de su hija, Triana Martínez, quien escondió el arma del crimen en el coche de su amiga Raquel Gago.
Este es el comienzo de una historia trágica en la que las tres fueron condenadas por distintos años, siendo la madre de Triana, Montserrat, acusada como culpable (algo que ella mismo confesó sin ningún problema) y Triana y Raquel como cómplices del asesinato que manchó la historia de León.
Pero, tras esta historia, se esconde algo más. Oculta entre las sombras hay una red de traición, poder y venganza tras las líneas de uno de los asesinatos más misteriosos de los últimos tiempos.
El director del documental, Justin Webster, y el productor Enric Bach se encargan de investigar los hechos que rodearon el suceso. A modo de mezcla entre narrativa fílmica y documental de investigación nos encontramos un análisis minucioso con el arma del crimen como eje principal, plasmada como el cáliz de Cristo que todo el mundo ansía encontrar para, principalmente, dar con la autoría de los hechos.
Tras lo que parece una vida normal y familiar totalmente corriente nos encontramos otro de los más oscuros secretos que rodean este elemento: ¿Por qué Raquel Gago? ¿Qué es lo que llevó a esta mujer, policía local de León, a ayudar a dos personas terribles a cometer un crimen? Esa es otra de las preguntas intrigantes que se trata de responder en la historia. Pero hay otra (u otras) cuestión que sí plantea la trama: ¿Cómo una mujer, ama de casa con una vida familiar y amistosa normal, puede disparar en la cabeza (varias veces) a una persona?, ¿cómo puede ser posible que una madre y una hija cometan algo tan atroz? Como se puede ver, son cuestiones que surgen a lo largo del recorrido, y que aumentan esa intriga detectivesca que surge en el espectador en sí cuando tiene delante un elemento misterioso, o bien unos hechos bastante extraños que no se pueden responder con una sola palabra.
El documental nos pone una situación bastante complicada, y se va resolviendo a lo largo de los cuatro capítulos, pero (no es un spoiler) aunque acabe seguimos preguntándonos demasiadas cosas.
El proceso del juicio, uno de los pilares fundamentales de la narración, se encuentra desde todas las perspectivas posibles que forman parte del proceso y, a su vez, de imágenes que relatan los hechos acontecidos, junto con las declaraciones de testigos, amigos de los acusados y demás. Pero, en su fondo, se encuentra un aire criminal parecido a aquellas películas hollywoodienses que plasmaban una historia misteriosa. Aunque una de las diferencias sería que el protagonista es, esta vez, la víctima. Y ahí llegamos al asunto: Isabel Carrasco, mujer con poder y con influencia política en su región, es la historia en sí. Su nombre rodea todo el documental, y así se demuestra en los años anteriores a su asesinato, donde nos encontramos varias tramas surgidas por, por ejemplo, casos de oposiciones impuestas a hijos de políticos o la marcha impuesta en su contra por parte de varias personas de su propio partido. Isabel se convirtió en una de las personas más poderosas de León, y ello le creó enemigos incluso en su propio bando.
Por ello, ‘Muerte en León’ es la historia de la verdad, una verdad que viaja en el tiempo para llegar a un hecho que ensució para siempre la historia de una ciudad que, ojalá, nunca hubiese visto.