Los hermanos Pierce, Brett Pierce & Drew T. Pierce, recuperan para la causa el furor por el folklore y las leyendas con ‘Madre oscura (The wretched)’. Cinta de horror convertida ya en el filón de los autocines yankees en época de pandemia, que nos ofrece una muy sugerente y malrollera boogeywoman que da más de lo que sus hechuras de serie B le obligan a dar, pero menos de lo que su evocadora historia le permite entregar.
Del autocine yankee durante la pandemia a la cartelera patria en plena nueva normalidad
‘Madre oscura (The wretched)’ ostenta un récord, ya difícil de lograr en condiciones normales, y más aun en la peculiar situación global que vivimos debido a la crisis del Covid-19. La obra de los hermanos Pierce se ha convertido en una de las únicas tres películas en la historia de la cartelera norteamericana en lograr aguantar seis semanas seguidas en el número uno de la taquilla. Medalla que comparte junto con ‘Titanic’ (1997) y ‘Avatar’ (2009), ambas del todopoderoso James Cameron. Pero el logro de esta pequeña cinta de terror de Brett Pierce & Drew T. Pierce adquiere mayor dimensión si tenemos en cuenta un pequeño detalle: los únicos cines que se han mantenido a pleno rendimiento en yankeelandia desde el inicio de la cuarentena son los autocines.
Un millón de dólares consiguió amasar ‘Madre oscura (The wretched)’ durante su etapa fuerte en taquilla. Una cifra que parece poca cosa pero que, colocada en el marco correcto, adquiere las tonalidades precisas.
Al final todas estas pequeñas cosas hicieron que la distribuidora Selecta Visión se fijara en ella, atreviéndose a lanzarla en España en salas justo cuando las carteleras se llenan a rebosar de clásicos del cine o de productos a los que el Covid-19 les cortó el rollo allá por marzo. Un atrevimiento, el de Selecta Visión, que se agradece; y una suerte, la de ‘Madre oscura (The wretched)’, que no han tenido otras cintas de su mismo estilo y año que han acabado en el vertedero del streaming.
Las muy jugosas ‘Daniel no es real’ (Adam Egypt Mortimer, 2019) y ‘Guns Akimbo’ (Jason Lei Howden, 2019), o las no menos interesantes ‘Vivarium’ (Lorcan Finnegan, 2019), ‘La cabaña siniestra (The lodge)’ (Severin Fiala & Veronika Franz, 2019), ‘The vast of night’ (Andrew Patterson, 2019) o ‘Gretel y Hansel’ (Oz Perkins, 2020) ya pululan dando palos de ciego por Netflix, Amazon o Movistar Plus. Cintas que habrían completado a las mil maravillas la paupérrima cartelera de este verano 2020 en la que los grandes blockbusters hollywoodienses se muestran timoratos. La única que se ha ganado el lujo de llegar a salas es ‘Color out of space’, el asalto de Richard Stanley al relato de H.P. Lovecraft que llegará en agosto. Y queda la duda de saber qué pasará con ‘Relic’, de Natalie Erika James.
Una foto de fondo desenfocado
Tras la separación de sus padres, Ben decide pasar el verano junto a su padre. Allí un mal ancestral esta a punto de resurgir, una bruja sedienta de niños está a punto de habitar bajo la piel de una de las vecinas de Ben. La batalla entre el bien y el mal está a punto de comenzar, pero ¿alguien creerá a Ben?…
Así desarrollan los hermanos Pierce ‘Madre oscura (The wretched)’, una película en la que conviven dos cintas muy diferentes, casi cual fotografía de fondo desenfocado. Por una parte, y en un primer plano excesivamente bien focalizado y nítido, tenemos un telefilm vespertino de amoríos estivales en familia. La típica historia de sobremesa de segundas oportunidades que acaba dando más vergüenza que otra cosa, y que solo sirve para prender la mecha de una buena siesta, aprovechando que este año no hay Tour de Francia. Luego, en segundo plano y prácticamente borroso hasta los prolegómenos del tercer acto, tenemos la jugosa historia de terror que sí da verdadero juego. Pero lo dicho, lo interesante se pasa gran parte del metraje camuflado.
No pienso negar que esa trama de la boogeywoman lucha encarnizadamente durante toda ‘Madre oscura (The wretched)’ por obtener ese primer plano que merece, y al final lo consigue. Más vale tarde que nunca, supongo.
Las argucias que usa para ello esta entidad surgida de lo más arcaico del bosque, arriesgadas decisiones argumentales y narrativas de Brett Pierce & Drew T. Pierce mediante, son muy simples: un humilde y breve pero curioso catálogo de paganismo, bosques malditos, body horror y voyeurismo con aroma a ‘La ventana indiscreta’ (Alfred Hitchcock, 1954). Cosas que hacen que la obra se vaya ganando tu aprecio en frío.
¿Saga en ciernes?
Que no quede en el tintero que ‘Madre oscura (The wretched)’ tiene todas las papeletas para convertirse en saga. No sé si con exitoso futuro en primera línea de exhibición, una zona de combate ahora en horas bajas debido al Covid-19, o reducido únicamente su lucrativo negocio al mercado de la serie B. Pero futuro tiene, eso es indudable.
Ahora habrá que ver si sus productores tiran de la cuerda, o no.
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