Hubo un tiempo en que la determinación personal y el talento de unos cuantos elegidos era capaz de protagonizar grandes gestas. En todos los órdenes de la vida. Después, el avance tecnológico, la inteligencia artificial, eso que se ha dado en llamar »La gran Ciencia», dejó obsoletos esos loables esfuerzos solitarios. Ahora se requiere la participación de grandes equipos, de máquinas cada vez más sofisticadas, de extensísimas colaboraciones y de ingentes cantidades de dinero. Por supuesto que es un avance sustancial para la humanidad. Pero se pierde esa parte romántica tan proclive a la hora de hacer cine de tres amigos, encerrados en un garaje, dando forma a lo que después sería una gran multinacional; un Einstein desentrañando los secretos de la gravedad con lápiz y papel; o un genial matemático rompiendo los códigos alemanes durante la guerra. ‘Le Mans 66’ explota el trabajo de orfebrería, con meticulosidad artesanal, de un reducido grupo de apasionados del automovilismo que emprendieron la ardua tarea de hacer de Ford un rival para Ferrari, la legendaria marca de El Cavallino Rampante.
Matt Damon y Chistian Bale se ponen a los mandos
Matt Damon como Carroll Shelby y Christian Bale como Ken Miles, protagonizan un duelo interpretativo de altura en una carrera mítica. De espartano carisma uno, de carácter montaraz otro, hacen llegar el vértigo frente a las curvas y el subidón de adrenalina ante la velocidad, con coches exprimidos al máximo, dando la sensación de poder desmantelarse en cualquier momento conforme el cuenta revoluciones se tambalea.
También trasciende el peligro, la amargura del fracaso en un contexto donde la victoria no encuentra alternativa. Ellos serán los principales artífices de llevar a una marca de masas como Ford, a poder codearse con la elitista Ferrari.
James Mangold no se sale de la norma
El director James Mangold no se sale de un guión recurrente a la hora de plasmar proezas, que por el destino amargo de alguno de los protagonistas desemboca en épica. Trabajar duro, no desfallecer frente a la adversidad, acompañar tus cualidades con decidida determinación asegura el éxito. Como ven, todo muy americano. Sigue un patrón idealista, exaltando los valores liberales de los que hacen gala.
‘Le Mans 66’ es una cinta de carreras. Aquello que se le presupone lo ejecuta con destreza. Emoción, poderosas imágenes de pilotos al volante, una conducción casi suicida y ajustados elementos dramáticos que no eclipsan los propósitos sustanciales.