Alexandre Aja se marca en ‘Infierno bajo el agua’ el ‘Jurassic Park’ (1993) acuático que Steven Spielberg nunca fue capaz de brindarnos. Sufrimiento, caimanes, agonía, más caimanes, angustia, aún más caimanes, y una inundación, todo ello en un sano y efectivo ejercicio de tensión sin trampa ni cartón que lo desvirtúe.
La naturaleza contra el ser humano
Haley recibe una llamada de su hermana Beth, preocupada ante las varias llamadas que el padre de ambas no le devuelve. A Haley no le queda otra que, en mitad del huracán categoría 5 que azota su localidad de Florida, ir en busca de su desaparecido progenitor. Cuando al fin le encuentra, malherido en el subsuelo de la vieja casa familiar, ambos quedan a merced de dos elementos: la inundación que lo está cubriendo todo a velocidad de vértigo, y varios caimanes que campan a sus anchas por la zona.
Así desarrolla Alexandre Aja este ‘Infierno bajo el agua’ que no deja de ser la enésima versión de esa eterna y fiera lucha entre hombre y bestia por la hegemonía de la tierra que pisan. La naturaleza contra el ser humano en un rotundo y genialmente planificado survival de los de apretar los dientes y agarrar con fuerza el reposabrazos.
El modelo de negocio Luc Besson
Estupenda remezcla de ‘No respires’ (Fede Alvarez, 2016) la que le ha quedado a Sam Raimi feat. Alexandre Aja en ‘Infierno bajo el agua’, marcándose un Luc Besson de manual.
El cineasta francés es un maestro exprimiendo sus ideas. Creo firmemente que Besson tiene más pericia en esa faceta que como director. Su secreto es muy sencillo, la repetición. Él hace una película en su país natal, bien como director o simplemente guionista, y más tarde se dedica a remakear esa misma cinta en versión americana. Dos productos por el precio de uno. Por supuesto que a ello súmenle las respectivas secuelas que pudieran generar, tanto la original como la versión yankee. Y así con todas y cada una. De esa forma ha montado su imperio el avispado de Luc Besson.
Ahora Sam Raimi hace lo propio. Si a él le funciona, ¿por qué a mí no?… ‘Infierno bajo el agua’ es un involuntario, o quizás no tanto, remake de ‘No respires’, sólo que sustituyendo al ciego por un buen número de caimanes sedientos de carne humana. Los plot twist también han desaparecido, lo que hace del film de Alexandre Aja un producto más natural, sin colorantes ni conservantes.
Esperando la trilogia
Con ‘Infierno bajo el agua’ Alexandre Aja vuelve al horror submarino, cambio de tono mediante, que ya tocó con gran éxito en ‘Piraña 3D’ (2010), remake del clásico de Joe Dante de 1978. Y con ello, además de demostrar el realizador que, le pongas lo que le pongas, cae de pie, me hace soñar con una tercera cinta que cierre esta especie de falsa trilogía.