Escritora, actriz y dramaturga. A sus muchas facetas como artista, Romina Paula añade a su amplio currículum el de directora con ‘De nuevo otra vez’. Escribe, protagoniza y dirige un retrato intimista, de dudas existenciales para una mujer, que viaja con su hijo de tres años a Buenos Aires. Hospedada en casa de su madre, precisa de la distancia física y emocional respecto a su pareja.
Madre e hijo en la vida real, le acompañan en el reparto
Al personaje que interpreta le da su propio nombre, Romina. Su madre e hijo en la cinta lo son también en la realidad, reforzando el carácter autobiográfico de la película. Queda la obra impregnada por la estética teatral de la que su autora es exponente. Se manifiesta en monólogos en los que se interroga sobre su vida, mientras muestra fotografías de un pasado al que recurre con añoranza, desnudándose frente al espectador.
Su familia es de origen germano. Llegaron a Argentina tras la I Guerra Mundial. A sus hijos les han educado en alemán, intenso recuerdo de una patria lejana, que hace buenas aquellas palabras de Unamuno: »La sangre de mi espíritu es mi lengua, y mi patria es allí donde resuene soberano su verbo».
Apoyo materno para aclarar ideas
Teniendo el apoyo incondicional de su madre, el proceso de redescubrimiento personal se efectuará consigo misma, tendrá tiempo y espacio para explayarse. Una inmersión en la que la maternidad, el amor absorvente hacia su hijo y la zozobra sexual son expuestos con franqueza. Y se abren paso las diferentes interpretaciones a las que ‘De nuevo otra vez’ da lugar. Inmadurez, frustración, rutina, confusión, todo un lunch de sin sabores que Romina Paula ejecuta con una brevedad que no anda reñida con la vehemencia.
La crítica política ocupa su lugar en ese judío al que le da clases de alemán. Desea viajar a Berlín. Visitar los lugares dónde una vez, antes de la barbarie, fueron ciudadanos. Otro que necesita reencontrar su identidad. No es fácil