En su segundo largometraje, el retrato que realiza el director Nicholas Jarecki del inmenso drama que padece Estados Unidos por la adicción a los opiáceos, quiere abarcar muchos aspectos, sin destacar especialmente en ninguno de ellos. Loable intento de desgranar una problemática de dimensiones colosales, con múltiples vertientes, pero cuyo resultado es epidérmico, plagado de lugares comunes. De título ‘Crisis’, la cinta se despliega a partir de tres historias cruzadas, dos de las cuáles acaban confluyendo, mientras que la otra corre siempre en paralelo.
Un agente de narcóticos (Armie Hammer) envuelto en una operación encubierta que se desarrolla a medio camino entre EEUU y Canadá; una arquitecta (Evangeline Lilly), que lucha contra su dependencia hacia el Oxycontin e investiga el fallecimiento de su hijo; y un profesor universitario (Gary Oldman), habitual colaborador de la industria farmacéutica, enfrentado a la disyuntiva de ver peligrar su estatus o decir la verdad acerca de un nuevo calmante para el dolor, constituyen el armazón argumental de la película.
Película de buenas intenciones. Queda en terreno de nadie
Cómo thriller, ‘Crisis’ exhibe un policíaco cuya trama es algo confusa, a la que le falta mordiente. Al conectar la investigación policial en ciernes, con esta mujer abatida por la perdida de su hijo (convertida en una especie de madre coraje), el guion toma senderos poco verosímiles, rozando la simpleza. Para imprimir intensidad dramática a sus personajes, Nicholas Jarecki coge el socorrido atajo de adornar la vida de los protagonistas con familiares, víctimas de esta lacra. Nada nuevo.
La presencia de Gary Oldman (siempre brillante) no es suficiente para trasladar la zozobra interior de un hombre debatiéndose entre el acomodo y su conciencia. Todo resulta demasiado obvio, lineal. Por ello, adolece de la capacidad corrosiva que imprimía Russell Crowe en ‘El Dilema’ (1999), sometido a tesituras parecidas. El mundo de la droga, de las sustancias adictivas y todo lo que acarrea, ejerce un innegable poder desestabilizador. Su gestión se puede indigestar, incluso en aquellos países con instituciones más sólidas. Contarlo en el cine no es tarea trivial.
‘Crisis’ da buena cuenta de ello.
Nuestra valoración
Eres muy amable. Lo has definido muy bien. Gracias por comentar
Sentí casi todo tal cual, sirvió para pasar el rato aunque nunca llegó ese momento de impacto que esperaba cada vez menos a medida que se desenvolvió la película, en fin, excelente crítica!
Eres muy amable. Lo has definido muy bien. Gracias por comentar