Portada Posible Bunbury

Crítica de ‘Posible’ de Bunbury (2020). Y tan posible…

‘Posible’, el décimo disco de estudio de Enrique Bunbury en solitario, viene a confirmar lo que ya sabemos todos. Que Bunbury es un artista como la copa de un pino y que a nivel musical puede hacer lo que le dé la real gana y, además, sin despeinarse (y eso que domar ese pelo no tiene que ser fácil).  Publicado el pasado 29 de mayo de 2020, ‘Posible’ nos trae 10 temas muy en la línea de los trabajos anteriores, con toque de electrónica mediante. Que no os asuste esto porque no es nada extravagante. La electrónica de este disco encaja tan bien que al final se nos olvida y deja paso a que el rock que vertebra el disco, penetre en nuestro cerebro. En resumen, estamos ante un gran disco. Te lo desgranamos a continuación.

‘Posible’, posiblemente uno de los mejores discos de Bunbury

Con el párrafo introductorio creo que queda claro que ‘Posible’ es un dico que me ha gustado mucho. Y siguiendo la trayectoria del zaragozano, decir que un nuevo disco posiblemente sea uno de los mejores, se antoja aventurado, no obstante, lo mantengo. Cierto es que con discos como el de ‘Expectativas’ o el ‘Hellville De Lux’ de 2008, sentí cosas muy parecidas, pero creo que este está por encima (por muy poco) en cuanto a letras y también en cuanto a calidad musical, algo que destaca desde el momento uno.

No utilizaré la manida expresión de, «es su disco más personal», porque creo que en el caso de Enrique Bunbury, eso es algo que ocurre con cada nuevo trabajo que saca. Pero para intentar describirlo de la mejor manera, diré que es un disco tremendamente intimista, profundo y actual.

‘Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti)’, es la canción que nos da la bienvenida al disco, y, sin duda, es una buena bienvenida.  Marca el tono general del álbum y nos adentra en un ambiente de música electrónica de carácter oscuro, que se sustenta en unas guitarras distorsionadas de manera muy sutil, que nos hacen percibir que es puro e inequívoco Bunbury lo que estamos escuchando, por mucha o poca electrónica que haya. En lo concerniente a la letra, destacar que es pura poesía, algo que se mantiene a lo largo de todo el álbum. Son letras muy concienzudas y trabajadas que no dejan nada al azar y que, aun siendo enigmáticas, cobran todo el sentido y mantienen un hilo conductor que nos acaba contando una historia. Muy buenas letras.

‘Hombre de acción’, es probablemente el tema más rockero de ‘Posible’. Con esta canción seguramente corearemos y saltaremos más de una vez en directo, siendo un tema que gusta desde la primera escucha. Cambio radical al escuchar el tercer corte, ‘Deseos de usar y tirar’, mucho más profundo y tranquilo, manteniendo, eso sí, el buen hacer de las letras.

‘Mis posibilidades (Interstellar)’, canción dedicada a la enorme película de Nolan, con una letra en ese sentido espacial y universal. Pasamos al tema intermedio del disco, ‘Las palabras’, que nos recibe con una poderosa batería que, a mí, me recordó en un primer momento al tema ‘Firestarter’ de The Prodigy, aunque  no tienen nada que ver una canción con la otra. Es esta una canción de corte más pop-rock. 

‘Arte de vanguardia’ arranca con un sonido de saxo, manteniendo la presencia marcada de los vientos que nos acompañan durante prácticamente todo el disco. Es este uno de los grandes temas  de ‘Posible’. En ‘Mariachi sin cabeza’,  experimentamos mejor que en ninguna otra canción  del álbum la parte electrónica del mismo.

Otro de mis temas favoritos de ‘Posible’ es el octavo de su lista, ‘Como un millón de dolares’, tema muy actual, que luce un elemento musical que llega a nuestros oídos fácilmente. Con ‘Indeciso o no’, nos vamos despidiendo de este gran disco, siendo un tema muy equilibrado que sirve perfectamente para abrir paso al corte final, ‘Los términos de mi rendición’, donde nuevamente el zaragozano hace gala de una letra actual cargada de crítica social.

En definitiva estamos ante un disco que los seguidores más acérrimos disfrutarán; los más puristas podrán ponerle pegas; y los que abandonaron al de Zaragoza cuando empezó a experimentar con rancheras, electrónicas, boleros y demás, podrán volver a descubrirle si mantienen su mente abierta a la evolución propia de un artistazo de las características del señor Enrique Bunbury. Es este un disco totalmente recomendable y, aun a riesgo de ser repetitivo, de los mejores de su carrera en solitario.

 

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